Con las buenas lecturas, sigo teniendo la evidencia sinestésica, física, de estar ascendiendo, no por elevación, sino pisando peldaños. A veces unos pocos peldaños, otras, una escalera sin fin. Al leer, desaparecen el entorno, el ruido, el calor y el frío, el tiempo, la memoria se suspende, pisas el siguiente escalón. Cuando has terminado la lectura, durante unos instantes, lo que te rodea se ha transformado. No eres el mismo que el que comenzó esa lectura. Sientes la nostalgia de la ascensión. Esa nostalgia es la que nos empuja hacia un nuevo libro. Hacia una nueva escalera.
Alberto Corazón, diseñador del cartel de la Feria del Libro Madrid 2011.
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