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28.4.11

...y adiós a Gonzalo Rojas.

OSCURIDAD HERMOSA

Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.

Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.

Corriste por mi casa de madera
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.




FAX CON VENTOLERA


Fax con ventolera

y una rosa, hoy

salió de esto Rojas

-Gonzalo como le pusieron en el agua-, iba solo, no hay

epitafio que escribir en cuanto a su suerte, ni

cuerpo que respirar, escasamente

se dirá de él que vino

rápido y ha salido,

que ya no está entonces, que

no hay estrellas para él, que carnalmente

va encima del vidrio que lo encarcela una rosa

a modo de instrumento de perdición, que ha salido

y eso es todo.


7 comentarios:

Clara dijo...

Les recomiendo leer a Gonzalo Rojas, si no lo han hecho ya, es uno de los más importantes poetas chilenos. Mi libro preferido es "Las hermosas", publicado por Hiperion en España.

Isabel Wagemann dijo...

No sólo lo leí y sigo leyéndolo, sino que lo conocí personalmente y estuve en su casa de Chillán, vi su biblioteca maravillosa y su cama con espejos, y tuvimos algún intercambio epistolar y nos vimos en Chile y en España. Un encanto de hombre. Un poeta que vale la pena conocer.

Clara Obligado dijo...

"Oscuridad hermosa" es un poema impregnado de San Juan de la Cruz, un intertexto maravilloso e inteligente. Qué privilegio, Isabel...

María dijo...

Qué poeta! A mí me encanta la gran poesía...y, sí, se nota la presencia de San Juan de la Cruz en el poema. Me gustaría mucho tener el libro de Hiperión!
¿Ha muerto ese poeta? Los chilenos tienen poetas importantísimos.

Anónimo dijo...

extracto frenético y errante:

Ahora, recostada en esta cama
(que bien podría se mía)
Intento componer
Una dulce melodía de espera

Intento
Vagos y atolondrados movimientos
Que apacigüen la noche
o el estómago vacío
Ambos suenan igual.

Logro entablillar noche,
estómago y corazón
Adormilar este cuerpo
que permanece ajeno
a ese órgano palpitante,
frenético errante.

Zsole

Clara Obligado dijo...

¿de dónde es el texto? Me encanta...

Anónimo dijo...

de mi poemario "Pelea"

zsole