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16.2.10

Borges y la prostituta.









¿Qué amante de la literatura puede visitar Ginebra sin peregrinar hasta la tumba de Borges? Aunque haga un frío espantoso, aunque no se sepa del todo dónde queda el exclusivo cementerio de los Reyes, aunque desde el Ródano suba un viento que hiere. Es una lápida discreta, con guerreros esculpidos y una leyenda en anglosajón que dice: "Y sin temer a nada", texto de la Batalla de Maldon, en el siglo X, en el que un guerrero arenga a sus hombres antes de la contienda. Se cuenta que en esta misma ciudad, cuando Borges tenía 17 años, su padre lo citó con una prostituta. Este encuentro fue un fracaso; Borges, paralizado de vergüenza, sospechaba que su padre era también cliente de la mujer. 
Sin duda, en esa batalla privada, el joven Borges sintió miedo, pero ese "tiempo fuera del tiempo" del que a él le gustaba hablar, ese "desorden de sensaciones inconexas" ha dibujado una repetición compensatoria. Se trata de la llegada de una nueva inquilina al cementerio, enterrada a pocos pasos del escritor. Su lápida dice: "Grisélidis Réal: Escritora-Pintora-Prostituta". Este curioso personaje fue activista de la "Revolución de las prostitutas" en París, defensora de la libertad de ejercer el oficio y creadora de la asociación Aspasia. Su autobiografía se puede encontrar en su primer libro, "El  negro es un color". Y si bien la tumba de Borges es de una sobriedad casi severa, la de Griselidis es de un kitch que conmueve. 
Pedro Páramo desarrolla la hipótesis de que los muertos, a través de sus tumbas, crean un rumor, una ciudad de palabras. Me pregunto si el viejo Borges, en sus conversaciones con Grisélidis, habrá podido superar la vergüenza de aquél encuentro horrible, si el tiempo y el azar, que todo lo ordenan, habrán sido generosos con el poeta.    
   

14 comentarios:

Sebastián dijo...

¡qué buena historia! Seguro que sí, seguro que charlan muchísimo... Tal vez Borges ha dejado de tartamudear...

María dijo...

Nunca, que yo recuerde, Borges ha mostrado crítica alguna frente a ninguna mujer. Sólo una gran timidez, y torpeza...y enamoramientos constantes y fracasados.
Qué curiosos los datos de la lápida, tan claros, como si la prostitución fuera una actividad más, que no tiene sentido ocultar.

Clara Obligado dijo...

Virtudes de los ginebrinos, que entierran en el cementerio de los ilustres a una prostituta capaz de luchar por sus derechos...

María dijo...

Sí, interesantes virtudes, sobre las que deberíamos reflexionar.

Y para mí, la verdad, Borges no ha muerto en absoluto!

pepa gonzález dijo...

precioso recorrido por la historia d Borges y por su final retorno de paz. bellísimo texto. gracias.

Clara Obligado dijo...

Me alegra que te guste, Pepa, y bienvenida al blog, espero verte muchas veces por aquí.

hugo dijo...

Hola Clara:

Por supuesto, yo también pienso que "el tiempo y el azar todo lo ordenan", como bien dices en tu texto.

No sé si por contagio de Rulfo, pero no dejo de especular que la tumbas siempre cierran en falso y no me cabe ninguna duda que Grisélidis y Borges habrán compartido el mismo pasmo o sorpresa a la hora de darse una vueltita por el jardín.

Es posible que Grisélidis haya leído a Borges y le retraiga el poema "Paseo de Julio", o por qué condenó a la abyección a Juliana, "La Intrusa" o quizá le diga que ella conocía a aquella "mujer indiferente/ que le ofrecerá la tarde y lo que pasa/ del otro lado de unas puertas" del poemazo El Forastero -Borges, supongo, no le confesará que él era ese "forastero"-.
No descarto que aparezca Bioy por ahí y pase lo que siempre pasaba, pero eso, quizá, ya no lo ordenen ni el tiempo ni el azar.

Releo y tengo que pedirte disculpas a ti y a tus lectores por la extensión del comentario... teniendo en cuenta que es la primera vez que me dejo caer por aquí.

salut,
hugo

Clara Obligado dijo...

Hugo, eres bienvenido. Voy a ir a Barcelona creo que la primera semana de marzo, a presentar el Por favor, sea breve 2, tal vez sea un buen momento para encontrarnos...

hugo dijo...

Hola Clara:

Desde luego cuenta con ello, en cuanto sepas el día concreto, me escribes y nos vemos.

salut,
chau,
hugo

Juana dijo...

Muy loco lo de Ginebra y divertido tu comentario de Borges y la prostituta, la educación decimonónica y los opuestos por siempre que se rechazan y se encuentran.

María dijo...

En relación a Borges y los temas eróticos (no de enamoramiento romántico, eso era para él otra cosa),
recuerdo cuando pasaron al cine "La intrusa". Las connotaciones homosexuales entre los dos hermanos fueron marcadas en la película por Babenco...Borges se molestó muchísimo, y aseguró que él jamás había dicho esas cosas de hombres desnudos y demás...
El Borges orador en los medios era imperdible...Como dijo Bioy cuando supo que había muerto su amigo: "habrá que aprender a vivir sin Borges". Hubo que aprender a vivir sin oírlo, también.
Decía mi jefe de cátedra, Jaime Rest:" Borges y Perón son los dos mayores oradores de la Argentina."

Intervención larga, ésta, inspirada por Hugo, que también usó un largo espacio!

Clara Obligado dijo...

Larga y certera, María, muy buena...

Alicia Ferrera dijo...

Muy buena entrada, Clara. Me ha gustado mucho eso de que el tiempo y el azar todo lo ordenan. Tal vez tiendan al equilibrio, no sé. Pero sospecho que de los dos, Grisélidis con sus certezas y Borges con sus titubeos, es ella quien gana en el intercambio.

Clara Obligado dijo...

No creas, Alicia, no creas, el amor por Borges te ciega... ¿Cuánto vale un buen cuerpo a cuerpo (o alma a alma, dadas las circunstancias), con una mujer de ese nivel? ¿cuánto, en el heladísimo invierno ginebrino? Para esos encuentros (quién sabe qué tipo de ropa visten los muertos), dejé en la tumba de Borges una chocolatina.