Páginas

16.6.11

Gloria Fuertes, poeta.

 
La memoria la dejó escorada en la literatura infantil, pero Gloria Fuertes fue, ante todo, una gran poeta. Aquí os dejamos un texto en el que habla de la creación. 

Yo en un monte de olivos.
 Como un volcán dormido de mentira
-parezco al parecer tan descansada-.
Un ocio agotador así me enciende,
brotan de mi costado las palabras.
Sudo tinta y tengo sed, sed tengo,
mucha sed de manos enlazadas,
por la punta del monte de mis senos
por la punta del lápiz va la lava.


Va balada a tus pies o bien protesta,
en una piedra al sol, arrodillada
y la pasión del hombre se me representa:
veo celdas con rejas, hospitales sin camas,
sabios con atómicas, analfabetos con ayuda de cámara,
viudas con marido, casos sin casa,
niños crueles, perras apedreadas,
la traición de un amigo, la destrucción de un alma.
¡No puedo más!... Me levanto y dicen:

-Ahí va Gloria la vaga.
- Ahí va la loca de los versos, dicen,
la que nunca hace nada.

11 comentarios:

Clara dijo...

Me gusta mucho esta relación entre la vaguería y le escritura, qué es lo que ven los otros cuando uno escribe... También está muy buena la relación entre placer y dolor, tan propia de nuestro oficio.

Anónimo dijo...

Y tantas maneras de hacer el vago...

Discoteca

Pájaro Negro,
que me arrastras
en un vuelo noctámbulo.
Me conviertes en tu par insomne.

Pájaro triste,
que te vas de fiesta
a discotecas infestadas
de perras ardientes.

Perras, perrinas y perrunas.
Hirviendo danzan confusas.
Frente a espejos
también infestados.
< Solitarios, atrapa horas de vigilia.>

Que no se puede
escribir poesía,
en la barra de un bar de discoteca.
Me ladra la que lleva un denario.
< Arrinconada, dolorosa. >

zsole

Isabel González González dijo...

Merece la pena leer a la Gloria Fuertes 'para adultos'. La empatía con ella es casi inmediata y sabe hablar del dolor como pocos. En situaciones difíciles, ella era la única capaz de hacerse oír. Y sí, Clara, el oficio de escribir se sitúa en ese cruce entre el dolor y el placer, entre el trabajo y la vaguería. Escribir y probablemente, también vivir.

Anónimo dijo...

Si este puñetero sistema me deja recordaré una gran frase suya: "Sabe a poco la vida si no tienes más manos en las manos que te dieron"... la escribió esa mujer que, ya más mayor que en esa foto del blog, reconocía que "en la nariz he salido a Dios"

Y si erto funciona bien, y si no, pues a la caca.

Clara dijo...

Sí que funcionó, no te preocupes...

R.A. dijo...

Qué bien Gloria Fuertes en el blog.
A mí me gustan mucho estos:


Al borde

Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.


Algo sucede

Algo me pasa que en mi pecho existe.
Vuelan hormigas y discurren peces.
Suena la sangre y el tambor convoca.
Hay un incendio cerca de mi pulso.
De nuevo el tigre lanza su mensaje.
Tiene mi cama sed de otra figura.
Vuelven las venas a cantar presagios.
Torna el insomnio con sus mil disfraces.
Lavo mis manos para hacerlas suyas,
peino el cabello, río a las vecinas.
Y cuanto miro se convierte en agua.

¡Esto es amor y lo demás miseria!

Anónimo dijo...

son preciosos estos poemas. Gracias Clara, no conocía nada de G.F.

Zsole

Clara Obligado dijo...

Una magnífica poeta, sin duda, y a ti te va a encantar.

Rafael dijo...

Es curioso. Siempre he percibido esa extraña sensacion entre la escritura y la vagueria, pero no me paré a pensarlo. Si, es verdad, notaba algo raro.
Gracias por los poemas.
Un cordial saludo.

José Luis Lejárraga dijo...

Clara: Qué gran acierto traer la voz de esta mujer. En 1980, Cátedra publicó Historias de Gloria cuyo subtítulo reza: amor, humor y desamor; toda una declaración de una mujer admirable de la que se decía que escribía poesía "menor".Os transcribo: escribo.

Escribo sin modelo
a lo que salga,
escribo de memoria
de repente,
escribo sobre mi,
sobre la gente,
como un trágico juego
sin cartas solitario,
barajo los colores
los amores,
las urbanas personas
las violentas palabras
y en vez de echarme al odio
o a la calle,
escribo a lo que salga.

Clara dijo...

Sí, es una poeta dolorosa y honda, borrada realmente en sus últimos años por su perfil "ancianita bondadosa amante de los niños", algo que me temo que no la representaba del todo en absoluto. Siempre me sorprende al releerla.