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13.12.10

Regalar un libro: "Recetas de lluvia y azúcar"

Si para estas fiestas quieres regalar un libro, te recomendamos "Recetas de lluvia y azúcar", de Eva Manzano, con ilustraciones de Mónica Gutiérrez Serna. Es para todas las edades, gusta a todo el mundo (va por su segunda edición) y, además, es de nuestro taller. Espléndidas ilustraciones y textos breves acompañados por recetas. Para muestra, un botón:

La culpa
El montón.

El montón de cosas inútiles, entre las que se encuentran los escrúpulos, se reúne dos veces por la mañana y cuatro por la tarde. Pero en vez de ayudarse a encontrar una solución, se echan mutuamente la culpa. Lo peor es cuando se reúnen por la noche: se sientan todos en la almohada, lo más cerca posible de la cabeza, y roen los sueños como si fueran carne pegada a los huesos. Entre las cosas inútiles están las cometas sin viento, los vientos sin cielo, los remordimientos sin más.

Receta para no sentirse culpable

1. Convertir la culpa en un error, entonces se aprende.
2. Mejor roer un trozo de queso duro que un pensamiento.
3. Encontrar una tormenta y mojarse; es mucho mejor que atormentarse.
4. Puedes echarle la culpa a otro, aunque no es aconsejable porque no aprendes nada y haces mucho daño.
5. Una vez al mes, como si fuera una alfombra, airear al yo: mascota inclasificable que vive dentro de los humanos.

11 comentarios:

María Obligado dijo...

¡¡¡¡¡què ganas de comprarlo!!! Convertir la culpa en un error y aprender de ella es realmente una idea maravillosa...En mi taller despuès de oìr varias discusiones de mis alumnas con sus suegras, hermanas, novias de hijos, etc, supongo que las fiestas van a producir bastantes ataques de culpa, incluso justificados...Por lo tanto, un libro como este viene a ser tan imprescindible como el pan dulce...

Camila dijo...

Precioso el libro de Eva: precioso el texto, preciosas las ilustraciones, preciosa la edición... Recetas imprescindibles para pasar bien las fiestas.

Anónimo dijo...

Estupendas recetas para pasar la Navidad. Voy a cambiar el pavo que tenía previsto por alguna de ellas. Serán como una anestesia contra la debacle de asistir a comidas con personas intragables, de regalar a personas no merecedoras de obsequios, de mercar juguetes para comerciar con el cariño de los niños, de beber como el cosaco que nunca fuimos, de ganar cinco kilos sin querer y de pasar por el aro un sistema impuesto y carente de valores. Con las nuevas recetas (la de la culpa me ha gustado) comenzaré el año con la conciencia más limpia, más inocente, más libre, más conciencia. Que el diablo me proteja y me de paciencia para sobrevivir en el vendaval de las fiestas. Mar Horno.

Clara Obligado dijo...

Mar, tú sí que bordas el género breve...

Anónimo dijo...

Tú que me miras con buenos ojos Clara. Un beso. Mar.

Irene Sasa dijo...

¡Ah, la Culpa!
Esa pulga inquisidora
Buenísimo lo de encontrar una tormenta y mojarse.
Me lo regalaré por puro placer.

Susana Simón Cortijo dijo...

Si todas las recetas son como la de la culpa, que lujo de libro. Enhorabuena, Eva, soy Susana una antigua alumna del taller. Un abrazo para todos.

Pilar Gómez Esteban dijo...

El libro de Eva es una joya. Yo es uno de los que voy a regalar estas Navidades. Me gusta sobre todo la sensibilidad que muestra; claro, conociendo a Eva no debería sorprenderme.

Clara Obligado dijo...

Hola, Susana, un abrazo para ti también, me alegra tener noticias tuyas...

Rosa Borreguero dijo...

Eva, ella misma y por sí sola es purita receta: Una porción de dulzura con dos vasitos de sensatez, se bate muy fuerte hasta que sale una espuma de maga que desprende el olor de las cosas hechas con mucho arte.
Cosita, ya sabes que he llenado a mis amigos con tus bellísimas recetas.

ROSA

Anónimo dijo...

Hace dos años por estas fechas firmábamos con José Díaz, el editor de Thule la publicación de "Recetas de lluvia y azúcar" y no me llegaba a imaginar todo lo que me iba a traer este libro.Vuestros comentarios son un magnífico regalo para esta noche. Os doy las gracias a todos y os envío con todo el cariño un bocadillo de abrazos de los que son fáciles de tragar.
Feliz Navidad, Eva.